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Madrid Nuevo Norte contribuirá a reducir el efecto isla de calor de la ciudad

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La elevación de las temperaturas dentro de las ciudades está muy relacionada con el diseño urbano y la movilidad motorizada, y Madrid Nuevo Norte quiere ser una solución para este problema que se agudiza cada verano.

Edificios pasivos, una red urbana de energía geotérmica, cubiertas vegetales, pavimentos porosos, sistemas de drenaje sostenibles, promoción de transportes alternativos y de zonas verdes contribuirán a reducir la temperatura del distrito y sus alrededores.

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Unos niños combaten el calor en la zona de chorros de agua en Madrid Río, con el puente de Perrault de fondo. Foto: Andrés García M./iStock.

El primer investigador que se interesó por el aumento de temperatura en las ciudades fue el inglés Luke Howard que, en el Londres de 1818, aún libre de tráfico motorizado, ya registró una diferencia de 2,2 grados celsius entre el centro urbano y los alrededores, durante la noche. Pese a tratarse de una preocupación temprana, no fue hasta 1958 cuando otro inglés, el climatólogo Gordon Manley, acuñó por primera vez el término “Isla de Calor Urbana”. 

El efecto Isla de Calor Urbana, que consiste en el aumento significativo de las temperaturas dentro de las ciudades en contraste con las registradas en áreas circundantes, está asociado a cuatro factores relacionados con el diseño urbano y de edificios, de acuerdo con la publicación especializada Urban Land Institute, que en 2019 publicó el informe Scorched: Extreme Heat and Real Estate: 

-Un cambio en el uso del suelo, a base de retirar árboles y eliminar o reducir espacios verdes sumado a la utilización de materiales que absorben calor durante el día y lo liberan durante la noche. 

-El calor residual principalmente procedente del uso de energía en edificios (aires acondicionados, calderas, instalaciones eléctricas, etc.) y transportes. 

-La contaminación del aire, ya que la isla de calor urbana crea las condiciones ideales para la formación de niebla contaminante, que actúa como una barrera que retiene el calor a modo de efecto invernadero. 

-La geometría urbana, el patrón según el cual se organizan las calles y edificios, así como el tamaño y forma de la ciudad, determina la intensidad del efecto. 

El efecto isla de calor en las ciudades se asocia a complicaciones respiratorias y golpes de calor que afectan especialmente a personas mayores y alérgicos, ya que sustancias como el polen alcanzan mayores niveles en situaciones de calor extremo. 

La isla de calor de Madrid 

Madrid cuenta con un clima mediterráneo continentalizado con veranos muy calurosos e inviernos muy fríos, lo que favorece el efecto isla de calor. Según un estudio de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid sobre el comportamiento de la isla de calor de Madrid y su impacto en el consumo energético de edificios, basado en mediciones de 2015 y 2016, se constató que, durante las noches, pueden existir diferencias de temperatura entre distintos puntos de la capital española de hasta ocho grados a la misma hora. En el Estudio de Detalle del Clima Urbano de Madrid (2016), elaborado entre el Ayuntamiento de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid, puede incluso encontrarse el detalle de la incidencia de la isla de calor por zonas. 

Antonio Villanueva, ingeniero industrial y coordinador de Building Physics en el área de Arquitectura y Edificiación de IDOM, es además especialista en sostenibilidad y eficiencia energética, y explica que las diferencias son mayores en verano que en invierno y que las temperaturas suelen ser más elevadas en el centro de la ciudad en comparación con los alrededores, produciéndose un efecto campana. En altura, el efecto se produce hasta donde llegan los edificios, de modo que, a mayor proporción de cielo visible, más rápido es el enfriamiento nocturno de superficies irradiadas durante el día.  

El objetivo de realizar comparativas térmicas es “tratar de explicar qué temperatura habría en el lugar donde se ubica la ciudad si ésta no existiera”, afirma el experto. Algunos estudios han constatado la capacidad de las zonas verdes para mitigar la isla de calor urbana, llegando a registrarse ocasionalmente por ejemplo una diferencia de temperatura dentro y fuera del Retiro de hasta cinco grados, explica Villanueva. 

Hay aspectos incontrolables que incrementan el efecto isla de calor, “como el clima o la orografía del terreno, que en algunos casos como el de Santiago de Chile forma una especie de caldera que dificulta el movimiento del aire”, explica Villanueva. Otros se pueden controlar y “tienen que ver con el diseño urbanístico, una adecuada altura y distancia entre edificios, la mezcla de zonas verdes y áreas pavimentadas, y la multiplicación de superficies porosas”, añade el experto. Así, recomienda utilizar una nueva generación de pavimentos permeables en aceras, aparcamientos, viales e incluso en zonas pavimentadas de tráfico rodado que permite que el agua se dirija al subsuelo en lugar de a los sistemas de saneamiento. Esto favorece la reintroducción en el terreno del agua de lluvia, incluso de la recogida por los edificios, algo a lo que contribuyen los sistemas urbanos de drenaje sostenible que ya contemplan los nuevos diseños urbanísticos como Madrid Nuevo Norte. 

Un distrito con el mínimo efecto isla de calor 

“Madrid Nuevo Norte es uno de esos desarrollos urbanos que están teniendo en cuenta este asunto de una manera muy seria”, comenta Villanueva, que afirma que “el distrito es prácticamente un parque en el que las áreas entre edificios serán verdes”. A esto hay que sumar la “apuesta del proyecto por los pavimentos porosos y las cubiertas vegetales, la racional distribución y altura de los edificios, y la reducción de la movilidad motorizada en clara apuesta por los transportes alternativos”. Todo ello contribuirá a que sea “un distrito en el que el efecto de isla de calor urbana sea mínimo”, concluye Villanueva. 

Para poner coto a la movilidad motorizada, Madrid Nuevo Norte tiene una estrategia de aparcamientos que en Londres lleva mucho tiempo y que consiste en favorecer que los edificios tengan menos plazas de parking. También se ha limitado el número de plazas en la calle, “es una actitud muy valiente, porque las normativas en España todavía están anticuadas”, opina Villanueva.  

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Superilla de Sant Antoni, una de las “supermanzanas” de Barcelona en las que se ha priorizado al peatón y los espacios verdes para hacer más amable la ciudad. Autor del Proyecto: Leku Studio. Fotografía: Del Rio Bani.

Villanueva cita el ejemplo de Barcelona, que está trabajando mucho para refrescar, reverdecer y peatonalizar sus zonas grises, favoreciendo la proliferación de zonas verdes, incentivando la movilidad sostenible y ganando zonas peatonales al tráfico rodado con iniciativas como las supermanzanas (superilles) y los refugios climáticos donde no falta una sombra, un árbol o un punto de agua. En París y Madrid se han instaurado los cortes al tráfico puntuales de vías neurálgicas como los Campos Elíseos o el Paseo del Prado. Otras medidas que Villanueva considera efectivas para poner coto al tráfico y conseguir ciudades más limpias y menos calientes son reducir la velocidad máxima en vías urbanas, implantar calles de plataforma única o reducir carriles de circulación. 

En Madrid Nuevo Norte, este experto adelanta que todos los edificios residenciales que se van a diseñar responderán al estándar Passivhaus, serán edificios pasivos con fachadas ventiladas, protecciones solares, aislamientos eficientes, cubiertas vegetales y menores necesidades de consumo energético, lo que revertirá menos calor a la ciudad. 

También “se pondrán en marcha estrategias de geotermia para que los pocos intercambios de energía que haya no se produzcan con el aire exterior provocando un aumento de las temperaturas, sino con el terreno”, que actuará como un gran almacén, permitiendo equilibrar discrepancias energéticas entre el verano y el invierno, explica Villanueva. Para ello, Madrid Nuevo Norte contará con una red urbana de energía geotérmica que conectará los edificios para que compartan energía y reviertan al terreno la sobrante.  

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Recreación del parque central que equilibrará la relación entre edificios y zonas verdes en el ámbito de Madrid Nuevo Norte y que se convertirá en nuevo espacio verde icónico que contribuirá a reducir el efecto isla de calor.

Un proyecto paisajístico que refrescará la ciudad 

Por otro lado, Madrid Nuevo Norte cuenta con “un proyecto de paisajismo de los más adelantados del mundo”, en palabras de Villanueva. La evapotranspiración de las plantas tiene un papel determinante a la hora de mitigar el efecto isla de calor urbana y la selección de especies vegetales que se adapten bien al clima local y su distribución urbana debe correr a cargo de profesionales muy especializados. 

Madrid Nuevo Norte apuesta por refrescar en verano los espacios abiertos próximos a edificios mediante frondosos árboles, pérgolas que den sombra y elementos que aporten humedad como fuentes o láminas de agua. En las zonas de invierno se evitarán las corrientes de aire y se fomentará la presencia de árboles de hoja caduca que dejen pasar la luz. Así, el proyecto prevé espacios de invierno y de verano adaptados a la climatología extrema de Madrid. La elección de especies vegetales deberá tener en cuenta criterios como que no requieran grandes recursos hídricos, que sean fijadoras de sustancias como el dióxido de nitrógeno y el ozono, para mantener unos niveles óptimos para la salud, y evitar especies productoras de compuestos orgánicos volátiles, según recoge uno de los marcos directores de Madrid Nuevo Norte.  

Con el espacio natural protegido de El Pardo a un paso y el conjunto de iniciativas municipales en marcha para aumentar las infraestructuras verdes de la ciudad bajo el paraguas de Madrid Isla de Color, Madrid Nuevo Norte será un distrito verde que va a contribuir a que las áreas limítrofes se beneficien de esta estrategia de reducción del efecto isla de calor, según explica Villanueva. “El aire se mueve y, cuando lo haga hacia la Castellana, todo el efecto de esta vegetación nueva que va a implantarse beneficiará al resto de la ciudad”, afirma el experto, en cuya opinión, Madrid Nuevo Norte “va a ser un pulmón en la zona norte”. 

27 septiembre 2022

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Madrid Nuevo Norte


27 septiembre 2022

por Madrid Nuevo Norte